¿Realmente los aceites esenciales tienen la capacidad de estimular/apoyar nuestro sistema inmune?
Al realizar una búsqueda en PubMed, encontramos más de 700 resultados de estudios relacionados con los Aceites Esenciales y la inmunidad:


Durante los últimos años vemos un creciente interés particular en el uso de los aceites esenciales, para proteger, apoyar y estimular nuestro sistema inmune, esto se debe a que a diferencia de los productos sintéticos, donde encontramos una sola molécula tratando de acabar con los patógenos, los aceites esenciales no solamente contienen una mólecula, estamos acostumbrados por ejemplo a pensar que la lavanda es eso, lavanda, pero cuando revisamos realmente su contenido, es cuando nos enteramos que contiene no uno, ni dos, ni tres, sino hasta 50 o más componentes diferentes, cada uno con un mecanismo de acción especial, lo que nos lleva a afirmar que además de apoyar a nuestro cuerpo por medio de diferentes formas, también minimizan la oportunidad de generar resistencia microbiana por el uso (o mal uso) que le demos, además sabemos que entre lote y lote de aceite esencial, encontraremos diferencias significativas en sus componentes y esto se debe a radiación solar, clima, altura, hora del día, duración entre la recolección y destilación, etc. Esta es la razón por la que un aceite esencial nunca será exactamente igual, sin embargo hay un perfil químico esperado.


Uno de los principios químicos más estudiados y que ha obtenido la atención de la comunidad científica es el d-limoneno. ¡Muy bien!, pero ¿Qué es esto? – El d-limoneno es un principio activo que se encuentra en muchos aceites esenciales y principalmente en los aceites cítricos, veamos porque ha atrapado la atención en los últimos años:
- El d-limoneno ha demostrado una acción proliferativa de los linfocitos, comparada con otros principios activos, ejerciendo entonces una actividad inmunomoduladora.[i]
- Estimulan la producción de glóbulos blancos, incrementando su recuento, al igual que estimular la producción de anticuerpos.[ii]
- Los fagocitos y los macrófagos también son células especializadas que están involucradas en nuestra protección. d-limoneno ha demostrado un aumento en la producción y distribución de estas células.[iii] [iv]
Ya que hemos dado un vistazo a la documentación científica, veamos entonces de acuerdo a los perfiles de los aceites esenciales, su concentración en d-limoneno:[v]

- Naranja: 83.5-95.9%
- Toronja: 84.8–95.4%
- Clementina: 94.8–95.0%
- Mandarina: 87.4–91.7%
- Limon (prensado en frío): 56.6–76.0%
- Semilla de apio: 68.0–75.0%
- Lima (prensada en frío): 51.5–59.6%
- Bergamota (prensada en frio): 27.4–52.0%
La lista anterior no es exhaustiva y hay mas de 30 aceites esenciales con concentraciones iguales y/o superiores al 20%, hemos colocado los que mayor concentración tienen.

¿Cómo hacer un spray desinfectante de superficies?
- 25 gotas de naranja
- 10 gotas de toronja
- 5 gotas de limón
- 89ml de agua destilada
- 9ml de vinagre blanco
- Mezclar los aceites esenciales en un recipiente de vidrio
- Mezclar el agua con el vinagre en un atomizador de 100mL o más
- Verter los aceites esenciales (previamente mezclados) sobre el agua con vinagre y agitar vigorosamente.
- Limpie las superficies como de costumbre
¿cómo hacer una espuma limpiadora de manos?

- 35ml de betaína de coco
- 55ml de agua destilada
- 7ml de glicerina vegetal líquida
- 20 gotas de naranja
- 30 gotas de limón
- 10 gotas de mandarina
- 10 gotas de vitamina E
- Dispensador de espuma
- Mezcla en un recipiente la betaína con los aceites esenciales, en otro recipiente coloca el agua con la glicerina. Mezcla bien ambas fases por separado (trata de no hacer espuma)
- Agrega la mezcla de agua y glicerina a la betaína y aceites esenciales a un dispensador de espuma
Disfruta de la limpieza mientras cuidas tu piel
La cantidad de aceites esenciales en esta formulación no representan un riesgo fototóxico.
referencias
[i] Manuele MG, Ferraro G, Anesini C. Effect of Tilia x viridis flower extract on the proliferation of a lymphoma cell line and on normal murine lymphocytes: contribution of monoterpenes, especially limonene. Phytother Res. 2008;22(11):1520-1526. doi:10.1002/ptr.2524
[ii] Raphael, T. J., & Kuttan, G. (2003). Immunomodulatory activity of naturally occurring monoterpenes carvone, limonene, and perillic acid. Immunopharmacology and immunotoxicology, 25(2), 285–294. https://doi.org/10.1081/iph-120020476
[iii] Del Toro-Arreola, S., Flores-Torales, E., Torres-Lozano, C., Del Toro-Arreola, A., Tostado-Pelayo, K., Guadalupe Ramirez-Dueñas, M., & Daneri-Navarro, A. (2005). Effect of D-limonene on immune response in BALB/c mice with lymphoma. International immunopharmacology, 5(5), 829–838. https://doi.org/10.1016/j.intimp.2004.12.012
[iv] Hamada, M., Uezu, K., Matsushita, J., Yamamoto, S., & Kishino, Y. (2002). Distribution and immune responses resulting from oral administration of D-limonene in rats. Journal of nutritional science and vitaminology, 48(2), 155–160. https://doi.org/10.3177/jnsv.48.155
[v] Robert Tisserand y Rodney Young (2013), Essential Oil Safety: A Guide for Health Care Professionals, Edition 2, Elsevier Health Sciences